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CARMELA BUSCA NOVIO

 

 

CARMELA  BUSCA  NOVIO

TRIUNFO ARCINIEGAS

Colombia

 

Este relato hace parte del libro: “La muchacha de Transilvania y otras historias de amor”, premiado por Colcultura.

 

Había una vez una enana casi calva que se enamoraba de todo el mundo. El sueño más grande de la enana era conseguir novio. Uno que la quisiera para toda la vida.

Alguna vez se enamoró de un marinero que la llevaba en el hombro como si fuera una lora. El marinero le hacía repetir todo el tiempo: “Roberta quiere cacao, Roberta quiere cacao, Roberta quiere cacao”. Ella se llamaba Carmela y no le gustaba el cacao. Pero la tripulación se reía y el marinero parecía feliz.

La enana se mareaba y se aburría de ver el mar. En Cartagena abandonó al marinero con mucho dolor.

-No me quería  –reconoció la enana-, pero tenía unos ojos hermosos.

Nadie quería a la enana. Todos se burlaban. “Cuando seas grande te voy a querer montones”, le decían algunos. La enana soñaba que era grande y hermosa, que se hacía peinados complicados y los hombres la perseguían para adorarla.

 

Se enamoró de un ciclista que no se dejaba alcanzar. Sus ojos eran dulces y sus piernas de acero. La enana compraba flores pero nunca lo alcanzaba para entregárselas. Quería ser una de esas muchachas que esperan a los triunfadores en la meta y los llenan de besos y de flores. La enana compraba docenas y docenas de flores y las abejas la perseguían. La enana espantaba las abejas a sombrerazos, pues usaba sombrero para disimular la calvicie. Las flores se le desbarataban. Las abejas la picaban y la dejaban toda hinchada. La última vez casi se muere en el hospital. El ciclista no fue a verla porque estaba corriendo. Corría lo más lejos posible de la enana, que pensó que ese hombre no la quería.

 

La enana conoció a un payaso que la mandó a la escuela.

-Una niña como tú no debe estar en la calle.  La enana corrió a esconder las lágrimas. Era una mujer hecha y derecha, chiquita pero completa. Si fuese hombre ya tendría bigote.

La enana lloraba a la orilla de un pozo.

-Yo puedo quererte, Carmela  -dijo un sapo que salió del pozo-. Soy un sapo encantado. Encantador, si tu quieres. Yo puedo quererte si te dejas crecer el pelo hasta la cintura. ¿Por qué te quedaste tan pelada?.

 

-De tanto peinarme  -dijo la enana-, y corrió a hablar con su peluquero de confianza.

El peluquero se pulía las uñas con una lima de acero. Vestido de blanco, teñido de rubio y en sandalias, se soplaba las uñas como si le ardieran y pulía, soplaba y pulía. Escuchó a la enana sin mirarla, parpadeando como una vaca enamorada. “Tu caso es imposible”, dictaminó con voz de mujer y continuó arreglándose las uñas.

La enana no se desanimó. Usó champú de petróleo con esencia de vainilla y se masajeó el coco durante treinta minutos cada mañana. Como el cabello no abundaba, se untó pomada de romero y quina y se bañó con chichí de recién nacido. Seguía tan calva como al principio pero no se desanimó. Se tomó tres frascos de un jarabe llamado Extracto de Sansón. Mal aconsejada, se untó chicuca de pato y espantó a todo el mundo. Este último tratamiento, aparte de que no daba resultado, la dejó sin amigos. En un intento desesperado, le rezó al Señor del Humilladero, que no era especialista en tales milagros capilares.

De rodillas recorrió el atrio, entró a la iglesia y se acercó al altar. Lo hizo tantas mañanas que se le pelaron las rodillas. El sacerdote, un viejo jorobado y tembloroso, le aconsejó con sabiduría: “Hija mía, cómprate una peluca”. La enana se limpió los mocos, secó sus lágrimas y desempolvó las rodillas. Compró una peluca rubia y volvió al pozo.

-Qué hermosa estás –dijo el sapo que decía que era encantado -. ¿Cómo te creció el cabello tan rápido?

-El amor hace milagros.

-Un tratamiento de emergencia, supongo –observó el sapo.

-Así es.  ¿Vas a quererme?

-Dame un beso –dijo el sapo.

Como la enana no se decidía, el sapo insistió:

-Bésame y desencántame.

La enana le dio un beso y lo examinó. Le pareció que seguía siendo el mismo sapo.

-No creerás que con un solo beso vas a desencantarme?

La enana le dio tres docenas de besos y el sapo seguía siendo el mismo sapo. La enana se sintió engañada.

-Tú no eres ningún príncipe.

-Soy enana pero no tarada.

 La enana se arrancó la peluca y salió corriendo. “Carmela, qué difícil es conseguir novio en estos tiempos” se dijo. Entró a un bar y pidió un jugo de maracuyá. No había. Un hombre gordo de bigote y sombrero, se ofreció a traerlo de la esquina. La enana, conmovida ante tal caballerosidad, dijo que aceptaría una cerveza.

-Soy un hombre con mala suerte, señorita –dijo el hombre y se secó las lágrimas de un manotazo-.Voy a perder el circo.

-¿Para qué le cuento?

-Quiero saberlo todo –dijo la enana.

-Voy de desgracia en desgracia; señorita –dijo el hombre-.  Primero se me murió la mujer, que era chiquita y hermosa como usted. Luego la trapecista se fugó con el payaso. Esta mañana los leones se comieron al domador. Estaba aprendiendo pero era buena gente. La culpa es mía: los leones no comían desde el mes pasado.

-Qué hacía su mujer?

-Vendía las boletas y domaba los leones. ¿Por qué lo dice, señorita? ¿Quiere ser mi mujer?

La enana, estremecida, dijo:

-Puedo vender las boletas.

-Algo es algo. ¿Lo haría?

-Por un hombre hago lo que sea –dijo la enana, tartamuda y temblorosa.

Fue al circo con el hombre y echó un vistazo a los leones. No eran más que unos gatos gordos y tristes. Apenas vieron a la enana se retorcieron, bailaron, se echaron de espalda. La enana les rascó la barriga por entre los barrotes de la jaula.

-Usted les cayó en gracia. Nadie hacía eso desde que murió mi mujer. ¿Puede venir a las tres?

La enana vino a las tres y se vistió con un traje de lentejuelas. Hizo bailar a los leones, se les acaballó, les cepilló los dientes y el público aplaudió con entusiasmo.

El hombre le propuso matrimonio después de la función.

-Ni siquiera somos novios –dijo la enana.

-Carmela voy a quererla toda la vida.

-Déjeme pensarlo –dijo la enana.

Lo pensó treinta segundos y después dijo que sí.         

Fueron felices.

 

 

TALLER CREATIVO

http://dl.dropbox.com/u/21564854/carmela%20busca%20novio.htm

 

 

  Con la realización de este taller afianzarás el deleite por la literatura.

 

1. Completa las siguientes oraciones según la lectura del escritor colombiano Triunfo Arciniegas:   

         

a. Alguna vez se enamoró de un marinero que la llevaba

b. Pero la tripulación se reía y

c. La enana corrió a

d. Escuchó a la enana sin mirarla, parpadeando

e. Primero se me murió la mujer, que era

 

 

2.   Ahora vuelve a leer las oraciones anteriores y confirma qué hay de particular en el lenguaje usado. Explícalo en clase.

 

3. Escribe las características físicas de Carmela

 

4.  Ahora, describe la manera cómo la veía el dueño del circo

 

5.  En su respectivo orden escribe, de cuántas personas se enamoró Carmela

 

LA INFERENCIA es la capacidad de inferir es una de las más importantes para la comprensión de lectura. Inferir consiste en extraer de los textos los significados que no están explícitos, pero que se esconden en las relaciones que adquieren las palabras cuando se juntan en un texto.

 

Señala con una  X  los aspectos que se pueden inferir de la lectura:

 

6. La enana:

a. era una mujer que se vencía fácilmente

b. era una persona muy pasiva

c. tenía varios familiares

d. era una persona persistente en sus deseos

 

Explica tu respuesta

 

7.  Carmela:

a. es muy reflexiva antes de tomar una decisiones

b. tiene un temperamento dominante

c. tenía mucha ansiedad

d. tuvo una niñez feliz

 

Sustenta tu respuesta

 

8. Nuestra protagonista era: 

a. una persona que una persona bien instruida académicamente

b. una autodidacta

c. inteligente

d. una persona sin preparación académica

Aclara tu respuesta  

 

9. Carmela se enamoró del

a. Ciclista cura y el tendero

b. sapo  el peluquero, zapatero

c. payaso, ciclista, sapo, marinero,

d. zapatero, príncipe y peluquero 

 

10. Señala el orden de aparición de los hechos según el relato

a. el sacerdote, un viejo jorobado y tembloroso, le aconsejó con sabiduría

b. Un hombre gordo de bigote y sombrero, se ofreció a traerlo de la esquina ___

c. Se enamoró de un ciclista que no se dejaba alcanzar. Sus ojos eran dulces y sus piernas de acero.

d. El peluquero se pulía las uñas con una lima de acero. Vestido de blanco, teñido de rubio y en sandalias, se soplaba las uñas como si le ardieran y pulía, soplaba y pulía.

 

CLASES DE TEXTOS Los textos pueden ser descriptivos, teatrales, argumentativo, narrativos y dialógicos, entre otros.

 

11. Vuelve a leer las oraciones anteriores y detalla qué tiene en común.

 

12. Discute con tus compañeros (as) Es razonable que una persona realice los esfuerzos que efectuó Carmela para finalmente obtener lo que se desea?

La CARTA es un medio de comunciación escrito en las actividades comerciales, laborales y a veces estudiantiles. Quien envía la carta se llama remitente y quien la recibe se llama destinatario. Toda carta debe llevar lugar y fecha, un encabezamiento, un saludo, un contenido y la despedida junto con el nombre de quien la envía.

13. Es el momento para que le enviemos una carta al personaje principal de este cuento y le expresemos nuestra solidaridad  y  deseo de formar una amistad con ella.

14. Ahora mejora tus conocimientos sobre la acentuación de los monosílabos, has clic en el siguiente enlace.

 

http://www.ati.es/gt/lengua-informatica/estilo/acentos.html#dobl

                        

                            Saadi de shiraz dice:

Por mucho que estudies, no sabrás nada sino actúas.

Un asno cargado con libros no es un intelectual ni un hombre sabio. Vacío de esencia ¿qué conocimientos tiene, lleve sobre sí libros o leña?